Pues no ha sido para tanto
Tras este año y medio, la conclusión es: NI MUCHO MENOS.
Muy pocas cañas recibidas han tenido un mínimo de calidad, en el timbre, en la dureza, en la vibración, en la afinación. Muchas se quedan bajas, otras no vibran nada, algunas demasiado cerradas, otras demasiado abiertas.
La empresa ha modificado en este tiempo la dureza de las cañas y las suaves pasan a ser medias y las medias, medias-duras pero lo cierto es que algunas medias, al estar más abiertas que las medias-duras son mucho más complicadas de soportar que algunas medias-duras que están más cerradas.
Y el mayor de los problemas es la casi nula posibilidad de hacer nada con ellas. Con las de Arundo donax, podemos abrir, cerrar, quitar madera, cortar de larga, reducir su forma, etc. en el acto, en el mismo concierto, pero las LÉGÈRE imposible. Alguna cosa indica el fabricante que podemos hacer como abrir o cerrar previo baño de agua muy caliente pero no es suficiente.
Uno de los problemas para tiendas especializadas como ZASMUSIC ha sido, como vender este producto, esta caña de fagot. ¿Cómo tiene que pagar un cliente 157 euros y que la caña no funcione correctamente? ZASMUSIC deja ver, tocar, esta caña, enviando a sus clientes más de una, para que puedan elegir la que mejor le pueda funcionar a él, pero esto ha hecho que hoy tengamos en tienda 8 cañas que no damos ni un céntimo por ellas, así que como en otras tantas ocasiones, ha prevalecido dar un buen servicio a nuestros clientes antes de pensar simplemente en vender.
Continuar con cañas de Arundo donax para fagot, que aparte de ser más económicas va ha tener la posibilidad de ajustarla a sus necesidades (de dureza, timbre, etc.) de una forma rápida y sin tanto peligro de rotura como las LÉGÈRE.